Thursday, May 25, 2006

Anaifa

Suenan los acordes de una guitarra portuguesa pero con toque electrónico y se desgranan amargas palabras de desamor con fodas por el medio. Como dice Sandra, esto no es sólo fado, es fado marginal (o periférico??). Anaifa han decidido actualizar un lenguaje que permanece demasiado anclado en un pasado glorioso (decadente), dependiente demais de las formas y el fondo que aseguraron la fama como para darse cuenta que el tiempo ha pasado y que ya nada ni nadie es como era. Ni tan siquiera ellos....
Anaifa no responden al estereotipo. Se lo han cargado (por que son fado pero también cualquier clasificación que se propongan) y han parido un nuevo lenguaje, con su Deus é a nossa mulher-a-dias, sus pólizas de seguros, sus impuestos, la basura reciclada y las finísimas señoras que podrían poblar las avenidas de cualquier ciudad. Son una comuna de música y poesía que arrepia, divierte y describe el Portugal perdido de hoy. Ese país que ha pasado de ser rey a ser plebeyo y quizás nunca ha aprendido a sentirse en su propia piel sino en la comparación con lo ajeno.
Qué bien harían los portugueses si empezaran a hablar de un modo tan reivindicativo, tan salvaje y tan directo como el de esta gente.

Wednesday, May 24, 2006

E-mail

Pequeños pasos que lo cambian todo. Atreverse a llamar. Apanhar el comboio. Encontrar la puerta de salida de cada aeropuerto. Cantar un poco más alto. Elevar los brazos. Desempolvar el vino. Celebrarlo. Descubrir cómo cuajan la música y la poesía, que las voces se van acoplando. Reconocerte en un espejo. Una llamada inesperada. Intentarlo. Poco a poco o de golpe. Quién mide....

Wednesday, May 17, 2006

Recuerdo



Amanece en Lisboa. Tras la neblina del tabaco surge un poso de luz en el Adamastor. Será que la clarividencia renace con el Tajo o simplemente es que acabo de comer cachupa en un caboverdiano clandestino mientras trataba de conquistar a un gato rosa? Es que con esta ciudad nunca se sabe.... y menos desde estas alturas de tejados rojos y destellos metálicos.
Lisboa es propensa a engaños. A sutiles transformaciones que convierten en perenne lo que apenas era un deslumbramiento fugaz. Suele pasar con las ciudades canallas. Las que exhiben más que muestran. Las que te atrapan en su languidez. Las que guardan sus mejores secretos detrás de cualquier puerta, de fonéticas imposibles y eternos lamentos.

Thursday, May 11, 2006

Meridiano

Hace tiempo y desde entonces que admito todos los significados del concepto habitación, montaña rusa, avión que se despeña, infierno. Tienen la forma de la euforia de un sábado de almacén, mañana de playa, un tambor brasileño y, al final, la soledad de la posición y la frustración de un corazón estéril.

Armonía


"El bastón, las monedas, el llavero,
la dócil cerradura, las tardías
notas que no leerán los pocos días
que me quedan, los naipes y el tablero,
un libro y en sus páginas la ajada
violeta, monumento de una tarde
sin duda inolvidable y ya olvidada,
el rojo espejo occidental en que arde
una ilusoria aurora. Cuántas cosas,
limas, umbrales, atlas, copas, clavos,
nos sirven como tácitos esclavos,
ciegas y extrañamente sigilosas!
Durarán más allá de nuestro olvido;
no sabrán nunca que nos hemos ido"
Las cosas
Jorge Luís Borges

Tuesday, May 02, 2006

Trecho inicial

Reconstruyo el mapa de los afectos y los fragmentos de personas que se han clavado en el costado. “Que yo no tengo la culpa, que la culpa es de la tierra”, cantan dos voces gitanas mientras vuelvo a escuchar la ligereza de Bea entrando de madrugada.
La música me la acerca, con sus palmas y sus porros. Con el viento de Levante que sopla en tierra de nadie. Con la henna y las confesiones sobre lo que se esconde detrás de las personas demasiado feroces.
Bea es granaína, como las pollas en la boca y las cruces. Su risa sin medida contrasta con la piedra húmeda, resbaladiza. Ella me mostró otros modos de sobrevivir. Que no todos aparentan sus lamentos. Que algunos los transforman en bruta vivacidad. Otros, en indiferencia. Que no hay otro remedio, que lo que nos distingue es el método.
Ahora que repaso las puertas y los mares me acuerdo de ella, igual que de algún que otro sofá que he ido ganando con el tiempo, aunque hoy el mío no me reconozca. Ya no se acopla a mi cuerpo, no es apto para extraños y sólo el gato reposa ajeno a lo que no sea su propia comodidad. A mi tristeza. Y a mis ganas de ultrapassarla.

Monday, May 01, 2006

Rituales

Busco espacios abiertos en los que el horizonte sea, para empezar, más amplio que los bordes de mi ombligo. Me vale un parque, una terraza sobre el Tajo o el tobogán de la cerveza y la risa.
En los primeros, me hago acompañar de cigarrillos y libros. Otras vidas, palabras ajenas que me ayuden a encontrar no ya un sentido, sino ese consuelo de los tontos. No soy sola, única, ya antes demasiados se hicieron las mismas preguntas retóricas, muchos las lidiaron con más talento aunque la garantía sea, para todos, estéril.
En la segunda, me pierdo entre las infinitas posibilidades de lo que podría ser. Anda, me muevo, hablo. La euforia se reviste de lucidez y me grita que estoy aquém de donde quisiera estar. Que no sé dónde es pero sí como no quiero que sea. Contenida, apagada, con miedo. Con un nudo en el estómago que me impide avanzar. Exprimirme.
Busco los espacios abiertos como escenario en los que escupirme las certezas para no acabar ahogándome con ellas.