Sara

Eres negra. Como tus trenzas. Como tus manos que se calientan bajo el árbol, podría ser bajo la nada. Eres una sonrisa cálida, la de quien todavía se acerca con inocencia a la personas, al mundo, a lo que vas descubriendo por ti misma. Eres una sonrisa orgullosa, la que ni reniega ni exige, la que dice así soy.... la que canta otras voces y otras músicas, la que se empieza a buscar sabiendo que tiene algo demasiado rico para encontrar. La que me abre un mundo licor café, castaño, mestizo, bué da fixe. La que llena un domingo de cansancio por el banco de madera y una imagen estática que ya no redime. Prefiero este compás y cualquier otra penitencia.