Definición
El silencio no es más perverso que las palabras. Y, polar, acierta o se equivoca de la misma manera. Caben en él todo tipo de conjeturas pero tiene en sí la medida de la ausencia. El silencio es para los que escuchan o para los que esperan. Para los que no saben qué decir, cómo decirlo, para los que descansan. Un silencio no es ni más ni menos oportuno, no debe ni aporta. Se impone o desaparece. Se cuenta, se explica, se olvida. El silencio también pasa.